¿Te gusta hablar solo? expertos explican por qué podría fortalecer la mente y la memoria
Hablar en voz alta, lejos de ser un signo de locura, es una herramienta que organiza ideas, mejora la memoria y reduce tensiones.

Hablar en voz alta cuando nadie más está cerca es una costumbre que muchas personas tienen, aunque a menudo traten de ocultarla por miedo al qué dirán. Durante años se ha creído que este comportamiento era un signo de rareza o de problemas mentales, pero la psicología lo interpreta de una forma muy diferente: se trata de un hábito natural que puede aportar beneficios en la vida diaria.
¿Por qué hablar con uno mismo no es algo negativo?
La imagen de alguien que conversa solo suele despertar comentarios, pero lejos de ser una señal de alarma, este hábito puede funcionar como una herramienta útil. Al poner en palabras lo que pensamos, organizamos mejor nuestras ideas y le damos más claridad a lo que tenemos en mente.

Expresarse en voz alta permite reforzar la memoria, mantener la atención en una tarea y ordenar pensamientos que de otra manera quedarían dispersos. No se trata de un acto irracional, sino de un mecanismo que ayuda al cerebro a concentrarse y a filtrar la información que considera importante.
Lo esencial es diferenciar este tipo de diálogo de otras conductas que sí puedan estar asociadas a problemas mayores. Cuando se trata simplemente de hablar para uno mismo de manera ocasional, no hay motivo de preocupación.
¿Qué papel cumple en la infancia?
El mejor ejemplo para entender el valor de hablar en voz alta se encuentra en los niños. Ellos suelen narrar lo que hacen mientras juegan o explicarse a sí mismos cómo resolver una tarea. Ese proceso es parte de su aprendizaje y les ayuda a guiar sus acciones.
Durante la infancia, el autodiálogo verbal es una forma de acompañamiento interno que impulsa la creatividad y la capacidad de resolver problemas. Lejos de ser un signo negativo, es una herramienta natural de desarrollo. Con el tiempo, este hábito suele hacerse más interno, aunque en muchos casos los adultos lo conservan de manera ocasional.
¿Qué beneficios puede tener en la vida adulta?
En la vida adulta, hablar solo también puede ser muy positivo. Favorece la concentración, ayuda a tomar decisiones con más calma y funciona como una forma de liberar tensiones. Para algunas personas, repetir en voz alta lo que deben hacer actúa como recordatorio; para otras, es un modo de darse ánimo en momentos difíciles.

Además, este hábito puede mejorar la forma en la que enfrentamos situaciones cotidianas, desde resolver un problema laboral hasta manejar emociones personales. Es, en pocas palabras, un recurso que nos permite escucharnos a nosotros mismos y ordenar el camino que queremos seguir.
Hablar solo, entonces, no es un signo de locura, sino una forma natural de diálogo interno que, expresado en voz alta, puede fortalecer la mente y mejorar el bienestar emocional.
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