Las proteínas que funcionan para ganar masa muscular y evitar subir de peso
Varios buscan incrementar su masa muscular, pero es necesario saber qué consumir para no cometer fallas.

La masa muscular es una de las metas que varios tienen cuando se ejercitan y van al gimnasio. Sin embargo, esto depende de cada capacidad física, los hábitos alimenticios, entre otros.
Existe la premisa de que la proteína es importante para ganar masa muscular, pero a la vez se tiene el imaginario de que al consumirlas se sube de peso. Según la institución clínica de Estados Unidos, enfocada en la investigación, Mayo Clinic, se debe saber elegir el tipo de proteínas que se consumen, además, el ejercicio es importante en esta etapa.
¿Cuáles son las proteínas para ganar masa muscular y no subir de peso?
Consumir más proteína de lo que cada físico necesita no es sinónimo de incrementar más masa muscular, sino que esto se puede traducir a grasa. Ante esto, se recomienda primero los alimentos y luego los suplementos.
Para la mencionada clínica, las mejores proteínas alimenticias y que ayudan a la masa de los músculos son: carnes magras, pescados, claras de huevo y lácteos bajos en grasa.
Otras instituciones y seguidores del tema alimenticio sostienen que las proteínas de suero (que se les llama whey) y sus versiones aisladas resultan muy efectivas para favorecer el desarrollo muscular gracias a su elevado valor biológico.

Pese a las alternativas, es necesario decir que como cada cuerpo es diferente, hay que consultar con expertos para no caer en publicidades engañosas que prometen reducir medidas y en realidad no es así.
¿Cuáles son las claves para bajar de peso?
Bajar de peso es otro ítem que la mayoría consulta. De acuerdo con recopilaciones de Sanitas Medical Center, son cinco las claves que se recomiendan para adelgazar y no comprometer significativamente la salud, siempre y cuando se le pregunte a médicos, esas alternativas son:

- Tener una buena asesoría.
- Evitar las dietas milagrosas o de moda.
- Comer sano y evitar los excesos.
- Moverse más y evitar el sedentarismo.
- Tener sentido común, evitando contar todas las calorías, porque eso solo genera preocupación e incluso remordimiento.