Silvestre Dangond en El Campín: un logro histórico para el vallenato
Silvestre Dangond convirtió el vallenato en protagonista absoluto al llenar El Campín durante dos noches inolvidables.

El pasado fin de semana, Bogotá fue testigo de un importante acontecimiento en la historia de la música colombiana. El vallenato, llevado de la mano del urumitero, se instaló en la capital como un espectáculo de talla mundial.
Silvestre Dangond, uno de los artistas más reconocidos del país, consiguió lo que parecía imposible: llenar el estadio Nemesio Camacho El Campín durante dos fechas consecutivas con un género que, hasta ahora, no había alcanzado tal magnitud en ese escenario.
¿Por qué Silvestre Dangond en El Campín es un hecho histórico?
Lo que diferencia a este logro de otros conciertos masivos en el mismo recinto es la apuesta de Dangond. Mientras artistas de renombre internacional como Shakira, Coldplay o Guns N’ Roses lo hicieron con pop, rock o reguetón, el intérprete eligió mantenerse fiel a sus raíces y llevar el vallenato a un estadio de más de 40 mil personas.
El espectáculo, titulado El último baile tour, no solo fue un concierto, sino una experiencia que combinó música, narrativa y emociones. Una pantalla gigante proyectó un inicio cargado de simbolismo, para luego dar paso a un repertorio que mezcló nuevos éxitos con clásicos que definieron la carrera del cantante.

La lluvia bogotana no apagó la energía del público, al contrario: se convirtió en parte del ambiente festivo. Además, la presencia de invitados internacionales como Farruko, Natti Natasha y Banda MS mostró el alcance global de la carrera de Dangond y su capacidad de unir géneros en un mismo escenario.
¿Qué pasó con Silvestre Dangond en El Campín?
Uno de los momentos más emotivos de la primera noche llegó con el recuerdo de Omar Geles, compositor y figura esencial en la historia del vallenato.
Un mensaje proyectado en pantalla, acompañado de imágenes de su último concierto junto a Dangond, estremeció a los asistentes. Con canciones como A blanco y negro, el estadio entero rindió homenaje a su legado.
La memoria también se extendió a Kaleth Morales, referente de una generación que impulsó el vallenato moderno, y al fallecido senador y acordeonista Miguel Uribe Turbay. Estas dedicatorias, sumadas a la lluvia que caía sin tregua, convirtieron al concierto en una especie de ceremonia colectiva de nostalgia y gratitud.

Durante más de cuatro horas, el artista entregó un recorrido por su trayectoria musical. Canciones recientes como Personas y Con furia se mezclaron con éxitos de antaño como La gringa, A blanco y negro, La que me quiera la quiero, o La indiferencia.
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