Mitos, riesgos y beneficios de la dieta keto, según expertos
La dieta keto promete perder peso y mejorar la salud, pero también despierta críticas sobre si es realmente efectiva o peligrosa.

La dieta keto, se ha convertido en uno de los planes alimenticios más comentados de los últimos años para reducir drásticamente los carbohidratos e incrementar el consumo de grasas saludables, para lograr pérdida de peso y mejorar ciertos indicadores de salud.
¿Es una dieta poco saludable?
Uno de los comentarios más frecuentes sobre la dieta keto es que resulta desequilibrada y carente de nutrientes, sin embargo, esto depende en gran medida de la elección de los alimentos.
Si se basa en proteínas, pescado, aguacate, frutos secos, aceite de oliva y otros productos ricos en grasas insaturadas, el plan puede ser perfectamente nutritivo.
El error ocurre cuando se interpreta como un permiso para abusar de carnes procesadas, frituras o grasas de baja calidad. En esos casos sí puede convertirse en un régimen perjudicial. La clave está en planificar y escoger con criterio cada ingrediente.
¿Se eliminan frutas y verduras por completo?
Otro de los mitos recurrentes es que quienes siguen la dieta keto deben renunciar por completo a frutas y verduras, y lo que ocurre es que, al ser fuente natural de carbohidratos, se debe limitar su consumo.
Aun así, hay alternativas compatibles como los espárragos, calabacín, brócoli, espinacas, fresas o frambuesas.
Si la persona realiza actividad física frecuente, puede ampliar ligeramente los carbohidratos para equilibrar la energía utilizada, en este sentido, no se trata de una prohibición total, sino de una selección cuidadosa.
¿El aumento de grasas son peligrosos?
Algunos temen el aumento en el consumo de grasas eleve el colesterol. Sin embargo, cuando se realiza bajo supervisión profesional no representa un riesgo. De hecho, este método de alimentación se diseñó originalmente con fines médicos.
En cuanto al colesterol, distintos reportes señalan que una dieta rica en grasas saludables no incrementa los niveles en sangre y, al contrario, puede contribuir a reducir triglicéridos y mejorar ciertos marcadores metabólicos.
La dieta puede incluso adaptarse a personas veganas mediante el uso de aceites vegetales, aguacate, semillas y frutos secos, combinados con verduras bajas en carbohidratos.
Como ocurre con cualquier plan nutricional, lo más recomendable es contar con la orientación de un especialista, quien ajustará las cantidades y los alimentos según las necesidades de cada persona.
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