Siga estos consejos para evitar una intoxicación por consumir frutas sin lavar
Consumir una fruta en mal estado o sin un correcto proceso de higienización puede desencadenar en algunas enfermedades.

Consumir frutas es un hábito muy común en el ser humano. Gracias a su gran variedad, exquisito sabor y beneficios para la salud, las personas optan por incluirlas siempre en su alimentación diaria y dieta regular.
La fruta se puede consumir pura o también se licúa para convertirla en jugo, convirtiéndola en la compañía ideal a la hora de desayunar, almorzar o cenar. De igual manera, algunas de ellas contienen nutrientes muy importantes, así como vitaminas que fortalecen el buen funcionar del organismo.
¿Cómo se puede evitar una intoxicación al consumir frutas?
El proceso de producción de una fruta no es sencillo, ni menos aún corto; de hecho, antes de llegar al supermercado o a la mesa de cualquier hogar, se esconde un proceso muy interesante y también desconocido para la mayoría de los consumidores.
En ese proceso de producción, así como de almacenamiento, la fruta está expuesta a peligros como bacterias, hongos y virus, así como pesticidas, algunos de los cuales emplean agricultores para eliminar riesgos que impidan la correcta cosecha.
Es por eso que debe tener mucho cuidado a la hora de consumir una fruta; lo más recomendable siempre es seguir un proceso de lavado para así contrarrestar amenazas como las ya mencionadas.
Y es que, según cifras globales, el 46% de las enfermedades transmitidas por alimentos están vinculadas al consumo de frutas, así como de verduras.
Recomendaciones y consejos a la hora de lavar una fruta
La Universidad de Harvard publicó un informe en el que habla del proceso correcto que debe seguirse para eliminar hongos o bacterias peligrosas de una fruta.
El método sugerido por la universidad estadounidense explica que: primero debe prepararse una solución con bicarbonato de sodio. Se aplica una cucharadita por cada dos tazas de agua. Posteriormente, se sumergen las frutas en el agua y allí deben permanecer entre 10 y 15 minutos.
Tras ese tiempo, se deben enjuagar de nuevo con agua corriente y se secan. Ya después puede almacenarlas, preferiblemente, en el refrigerador.
Otro método muy útil, el cual fue revelado por las ingenieras de alimentos, Mariana Al y Erica Pitaro Hoffman, aplica el uso de lavandina diluida.
Primero se llena un recipiente con agua fría, luego se aplica lavandina en proporciones acordes a las dimensiones del envase empleado. Se sumergen las frutas por 10 o 15 minutos y luego se sacan para enjuagarlas. Se secan y por último se almacenan.
Tenga en cuenta que consumir una fruta en mal estado o que no haya sido higienizada debidamente puede desencadenar en enfermedades como gastroenteritis bacteriana, listeriosis o salmonelosis.
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