Nació el bebé más viejo del mundo: sus padres tienen casi su misma edad
Nació el bebé más viejo del mundo: fue concebido en 1994 y sus padres adoptivos tienen prácticamente la misma edad que él.

Un nacimiento ha capturado la atención del mundo entero no solo por su emotividad, sino por lo insólito del caso: un bebé que permaneció congelado durante más de tres décadas finalmente llegó al mundo. Su historia mezcla ciencia, esperanza y amor, y está marcando un antes y un después en la historia de la medicina reproductiva.
¿Cómo empezó la historia de Thaddeus Daniel Pierce?
Todo se remonta a 1994, cuando Linda Archerd, una mujer estadounidense que no podía quedar embarazada de manera natural, recurrió a la fecundación in vitro. En ese entonces, logró crear cuatro embriones. De uno de ellos nació su hija, hoy de 30 años. Los otros tres fueron criopreservados y permanecieron almacenados durante más de tres décadas.
Con el paso del tiempo, Archerd enfrentó un dilema: había llegado a la menopausia y ya no podía usarlos. Sin embargo, no estaba dispuesta a descartarlos, donarlos a la ciencia ni permitir que se perdieran. “Es el hermano de mi hija”, decía con convicción. Así que decidió buscar una familia que pudiera adoptarlos, pero bajo una condición: debía tratarse de una adopción abierta.
¿Por qué fue tan difícil encontrar una familia adoptiva?
Aunque parecía sencillo, el proceso de entrega no fue inmediato. Muchas clínicas se negaron a aceptar los embriones debido al tiempo que llevaban congelados. El riesgo de que no sobrevivieran a la descongelación era alto. Pero la perseverancia de Archerd la llevó hasta el programa Snowflakes, especializado en adopciones de embriones. Allí conoció a Lindsey y Tim Pierce, una pareja cristiana que llevaba siete años intentando tener un hijo.
Los requisitos de ambos coincidieron. Ella quería una familia con valores cristianos; ellos soñaban con ser padres. La conexión fue inmediata.

¿Qué pasó después de la adopción?
Días después se realizó la transferencia en una clínica de fertilidad en Tennessee, la misma que ya había conseguido otro nacimiento histórico en 2022. De los tres embriones, uno logró desarrollarse y dio lugar al nacimiento de Thaddeus Daniel Pierce el 26 de julio, en Ohio.
Aunque el parto fue complicado, tanto Lindsey como su bebé están en buen estado de salud. Con 35 y 34 años respectivamente, sus padres adoptivos tienen prácticamente la misma edad que el embrión del que nació su hijo.
¿Qué implicaciones tiene este caso para la ciencia?
Este nacimiento plantea interrogantes sobre el futuro de la reproducción asistida, los límites éticos del almacenamiento de embriones y su estatus legal. Justamente, en algunos estados de EE. UU. ya se debate si los embriones congelados deben considerarse personas ante la ley.
Mientras la ciencia sigue avanzando, la historia de Thaddeus ya forma parte de un capítulo extraordinario que desafía el tiempo, la biología y las probabilidades.
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