¿La fiebre amarilla cambió? Estudio alerta que la vacuna ya no sería tan efectiva
Nuevo estudio alerta sobre posibles cambios en la fiebre amarilla que reducirían la efectividad de la vacuna y podrían poner en riesgo la salud pública.

La fiebre amarilla ha cobrado la vida de al menos 34 personas en Colombia, según cifras recientes del Ministerio de Salud y Protección Social. Esta enfermedad, transmitida por mosquitos, parece estar tomando un nuevo rumbo que ha encendido las alarmas entre científicos y autoridades sanitarias, especialmente por lo que está ocurriendo en zonas como Leticia.
¿La vacuna contra la fiebre amarilla sigue siendo efectiva?
Un estudio liderado por el doctor Jorge Osorio, profesor de la Universidad de Wisconsin y presidente de Vaxthera, en colaboración con la Universidad Nacional y Abbott, descubrió que el virus está mostrando comportamientos inesperados.
El análisis de un caso en la Amazonía colombiana permitió detectar una variante del virus perteneciente al grupo sudamericano de genotipo tipo II, el cual podría tener una respuesta limitada a la vacuna actual.
“Encontramos una secuencia interesante del virus en un joven de 23 años que dio positivo en Leticia. Este hallazgo puede indicar una baja susceptibilidad del virus al efecto de la vacuna”, explicó el especialista.

¿El virus de la fiebre amarilla está escapando a la vacuna?
Los estudios genéticos realizados han revelado mutaciones que podrían estar ayudando al virus a esquivar la inmunidad que se obtiene por vacunación. Es decir, el virus estaría evolucionando para sobrevivir, lo que representa un desafío para la salud pública, sobre todo en regiones vulnerables donde la vigilancia epidemiológica es limitada.
Los investigadores advirtieron que este comportamiento viral “silencioso” sugiere que el patógeno podría estar circulando de forma no detectada en varias zonas del país, lo que dificulta una respuesta oportuna.
¿Qué aconsejan los expertos si la fiebre amarilla ya no responde bien a la vacuna?
Ante esta situación, los expertos hacen un llamado urgente a reforzar las estrategias de prevención y vigilancia, así como actualizar los esquemas de vacunación y hacer seguimiento riguroso a las mutaciones del virus.
“Reconocer que este virus sigue circulando y que presenta resistencias es fundamental para evitar que se extienda más allá de sus fronteras actuales”, concluyó Osorio.
El mensaje es claro: aunque la fiebre amarilla ha sido controlada en el pasado, el virus está cambiando, y no se puede bajar la guardia.
