¿Puede la menopausia poner en riesgo tu corazón? Lo que toda mujer debe saber ya
Descubre cómo la menopausia podría aumentar el riesgo de infarto, según advierten los expertos.

Aunque muchos piensan que los problemas del corazón afectan más a los hombres, la realidad es otra. Según cifras recientes, las enfermedades cardiovasculares son responsables de más muertes en mujeres que en hombres.
Pero esta percepción errónea sigue presente en el imaginario colectivo, en parte porque durante su etapa fértil, las mujeres cuentan con una especie de ‘escudo hormonal’ que las protege: los estrógenos.
Estas hormonas naturales no solo regulan el ciclo menstrual, también desempeñan un papel vital en el equilibrio del colesterol, la presión arterial y otros factores clave para la salud del corazón. Por eso, cuando llega la menopausia y estos niveles bajan drásticamente, el organismo entra en una nueva etapa donde el riesgo cardiovascular empieza a aumentar de forma significativa.
¿Qué pasa con el corazón después de la menopausia?
El fin del ciclo reproductivo femenino no solo marca un cambio hormonal: también se transforma la forma en que el cuerpo gestiona varios aspectos metabólicos. Con la caída de los estrógenos, comienzan a subir factores de riesgo que antes estaban más controlados, como:
- El colesterol LDL (el llamado “malo”)
- La presión arterial
- La grasa abdominal
- El nivel de azúcar en sangre
Todo esto puede conducir a un aumento de enfermedades como hipertensión, diabetes tipo 2 o incluso eventos como infartos o accidentes cerebrovasculares.
¿La menopausia precoz puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas?
Esto no significa que todas las mujeres vayan a enfrentar estos problemas, pero sí es una etapa en la que conviene estar más alerta. Especialmente si la menopausia llega antes de los 45 años, lo que se conoce como menopausia precoz o prematura.
En estos casos, diversos estudios, como los publicados en JAMA Cardiology, indican que el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, e incluso de mortalidad general, es más alto que en quienes atraviesan esta transición de forma natural y a edad habitual.
¿Cuál es la mejor manera de prevenir enfermedades cardiovasculares?
Hay mucho que puedes hacer para proteger tu salud cardiovascular, incluso después de la menopausia. Los especialistas coinciden en que el estilo de vida es el arma más poderosa que tienes a tu favor. Algunas recomendaciones:
- Adopta una alimentación saludable: prioriza frutas, verduras, cereales integrales, legumbres y grasas buenas, como las del aceite de oliva y el aguacate. La dieta mediterránea es una gran aliada.
- Muévete con regularidad: el ejercicio físico no tiene que ser extremo. Basta con 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, como caminar rápido o montar en bicicleta, para notar los beneficios.
- Evita el tabaco: dejar de fumar es una de las decisiones más importantes que puedes tomar por tu salud en general y la del corazón en particular.
- Controla tus niveles: haz chequeos periódicos para vigilar el colesterol, la presión arterial, el azúcar y el peso corporal.
¿Qué papel tienen los profesionales de salud en esta etapa?
Médicos de familia, especialistas en cardiología y profesionales de enfermería están preparados para ayudarte a vigilar los factores de riesgo. Ellos pueden indicarte cuándo hacer pruebas específicas, cómo interpretar tus resultados y qué acciones tomar para mantener tu corazón en buena forma.
Además, existen protocolos específicos para la atención cardiovascular en mujeres, adaptados a esta etapa de la vida. El objetivo es claro: detectar a tiempo cualquier cambio que pueda comprometer tu bienestar y tomar decisiones informadas que te permitan vivir con salud y energía.
En definitiva, la menopausia no tiene por qué ser sinónimo de enfermedad, pero sí es un llamado de atención. Escuchar a tu cuerpo y actuar a tiempo puede marcar la diferencia.
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