"Dios no rechaza a nadie": la poderosa charla del Papa Francisco con joven No Binaria

En la jornada de este viernes 07 de abril, Colombia y diferentes rincones del mundo celebraron lo que la iglesia denomina como Viernes Santo de La Semana Santa, donde se conmemoran los últimos momentos de la vida de Jesús en el mundo.

En el marco de esta Semana Mayor, las sociedades aprovechan para darse una pausa y reflexionar sobre las prácticas que llevan a cabo en su vida, para cambiar lo que no aporta al crecimiento personal y reconciliarse con Dios en palabra, obra y omisión.

El Papa Franciso habló sobre el amor de Dios con las comunidades LGBTIQ+

Fue así, como durante esta semana el sumo pontífice, el Papa Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, se sentó con jóvenes representates de la comunidad LGBTIQ+ para resolver algunos de sus interrogantes más comunes sobre lo que podía ser su relación con Dios, desde sus diferencias.

Fue así como Celia, una joven cristiana que se identifica como joven No Binaria, le preguntó al actual Papa de la Iglesia católica, si conocía lo que era su identificación No Binaria dentro del colectivoLGBTIQ+ y si veía para ellos un espacio dentro de la iglesia.

"Toda persona es hijo de Dios, toda persona. Dios no rechaza a nadie Dios es padre, yo no tengo derecho a echar a nadie de la iglesia, más debes recibir siempre. La iglesia no peude cerrarle las puertas a nadie", expresó el octavo soberano de la Ciudad del Vaticano, como mensaje de amor y reconciliación.

El Papa también habló sobre las doctrinas que rechanzan las diferencias

Tras su reconciliador mensaje, Celia contrapreguntó sobre su lectura frente a las iglesias y/o sacerdotes que promueven mensajes de rechazo contra el colectivo LGBTIQ+, poniendo la palabra de Dios sobre la mesa como escudo. 

Ante esto, el Papa afirmó que esas personas son "infiltrados" que aprovechan el escudo de la iglesia para exteriorizar sus pasiones personales. Añadió que esas ideologías cerradas responden en muchos casos a los dramas internos que vivian por la incoherencia, ya que viven para condenar a los demás porque les cuesta pedir perdón por sus propias faltas.