Cómo cuidar el cuero cabelludo si estás calvo o rapaste tu cabeza

El cabello no solo tiene una función estética, sino que también desempeña un papel importante en la protección de la piel. La pérdida de cabello, ya sea por calvicie o por rasurado, expone la piel a ciertos riesgos que se pueden evitar siguiendo las recomendaciones de los expertos en dermatología.

La piel que cubre el cráneo es más gruesa que en otras partes del cuerpo, pero se vuelve más delgada y sufre daños por la exposición solar a lo largo del tiempo. Cuando hay pérdida de cabello o se realizan cortes o rasurados, el cuero cabelludo queda desprotegido. Por esta razón, los dermatólogos aconsejan cuidar de ellas.

Riesgos de llevar la cabeza rapada por calvicie o por moda

El doctor Eduardo López Bran, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), explica que el cuero cabelludo cuenta con muchas unidades pilosebáceas, que están formadas por los folículos del pelo y las glándulas sebáceas correspondientes. Estas estructuras aportan grosor a la piel y funcionan como amortiguadores.

Sin embargo, tanto en casos de calvicie como de rasurado se pierde la protección física que proporciona el cabello, especialmente cuando se realiza un afeitado al 0 o al 1. Esto conlleva el riesgo de exposición solar, ya que la cabeza es una zona muy susceptible a la radiación solar. López Bran advierte que al raparse la cabeza se reduce la protección natural del cabello, aunque no se elimina por completo como ocurre en la calvicie, pero disminuye significativamente.

Así puede cuidar su cuero cabelludo si está expuesto al sol

Es importante destacar que el sol puede provocar daños en la piel del cuero cabelludo, como quemaduras o manchas, e incluso contribuir al envejecimiento prematuro de esta piel sensible. Por lo tanto, es esencial protegerla adecuadamente.

Además de los cuidados básicos de limpieza e hidratación, también es recomendable utilizar productos aftershave en las zonas rapadas para prevenir la irritación. La exfoliación es otra técnica que puede contribuir a una calva perfecta, sin embargo, es importante realizarla con suavidad y evitar la fricción excesiva, ya que puede causar irritación o dermatitis.

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